Al final decidí levantarme, dejando mi chaqueta en la silla y me acerqué a la mesa de aquella chica.
- Perdona. No quiero resultar molesto, pero te tengo que decir algo. Es que te he visto...
- Lo siento, tengo novio.
- Joder, sí que está siendo una situación incómoda. Lo que trato de decirte es...
- No tienes ninguna posibilidad.
- No me entiendes.
- A ver, dime.
- Lo que quiero decirte es que tienes un moco que sobresale de la nariz. Cambiando de tema, ¿por qué no tengo ninguna posibilidad? Yo no tengo mocos en la cara.
Me dio una bofetada y se fue. Es mejor no decir nada y pasar inadvertido.